Relación entre la diabetes y el estrés

Relación entre la diabetes y el estrés

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Estudios recientes revelaron que al menos el 20% de los trabajadores en todo el mundo presentan síntomas de estrés.

Un ritmo de vida agotador, la falta de ejercicios y una mala alimentación pueden llevarte a sufrir estrés, un problema que no sólo causará fatiga y agotamiento en tu organismo, sino que podría desencadenar otras enfermedades peligrosas como la diabetes.

Mejora tus hábitos y comienza a llevar una vida saludable tomando en cuenta la siguientes consideraciones.

Causas

Cuando las personas están pasando por una situación estresante en sus vidas es normal que el sistema endocrino se active, segregando una gran cantidad de hormonas: las glándulas adrenales producen cortisol, el sistema nervioso adrenalina y el páncreas glucagón, una sustancia con efectos contrarios al de la insulina.

En conjunto estas hormonas aumentan los niveles de glucosa en la sangre. De igual manera está demostrado que las personas mayores segregan una mayor cantidad de cortisol ante el estrés, por eso es importante que cuides y controles tus niveles de tensión y ansiedad en todo momento.

Síntomas del estrés

Si tienes insomnio, taquicardia, temblores, boca reseca, miedo, falta de concentración, desorientación, inquietud, ansiedad, tensión muscular, irritabilidad, hipersudoración, es recomendable que asistas inmediatamente al médico.

Estrés y diabetes

Son muchos los efectos que el estrés puede desencadenar en una persona con problemas de glicemia, entre ellos:

º Aumento de la tasa de glicemia en la sangre.

º Ansiedad. Llevando a la persona a caer en excesos de alimentación o vicios como beber y fumar.

º Eleva la depresión.

º La angustia y la fatiga puede hacer que muchos diabéticos no vigilen bien su tratamiento tomando dosis inadecuadas.

Supera el estrés

Ejercicios de relajación: siéntate en un mueble cómodo o recuéstate en la cama, comienza a inspirar y a exhalar entre cinco a 20 minutos diariamente mientras relaja los músculos.

Actividad física: practicar algún deporte o realizar ejercicios en casa todos los días es una buena manera de liberar tensiones y beneficiar a tu cuerpo.

Piensa en positivo: reemplaza los pensamientos negativos o pesimistas por buenas ideas o cosas que te hagan sentir mejor.