¿Cómo se obtiene la muestra para el análisis?
Extracción de la muestra por punción de una vena del antebrazo.
¿Se requiere alguna preparación previa para asegurar la calidad de la muestra?
Para esta prueba no se requiere ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
El virus
Epstein-Barr (EBV) es un virus que causa una afectación leve o
moderada. Esta prueba detecta anticuerpos frente al EBV y es de ayuda
para establecer el diagnóstico de una infección por este virus.
La infección por EBV es muy común. Los Centers for Disease Control and Prevention
(CDC) estiman que cerca del 95% de la población se ha infectado por el
EBV antes de los 40 años de edad. El virus se transmite fácilmente entre
personas. El virus se encuentra en la saliva de las personas
infectadas, de tal manera que la infección puede propagarse por contacto
íntimo como por ejemplo por besos o por compartir vasos o cubiertos.
Después de la primera exposición al EBV, existe un período de varias semanas antes de que el individuo presente síntomas, conocido como período de incubación.
Durante la infección aguda, el virus primero se multiplica y
posteriormente los síntomas se resuelven a medida que la cantidad de
virus va disminuyendo. No obstante, el organismo no se libera totalmente
del virus, sino que permanece latente
en el organismo durante toda la vida y puede reactivarse, aunque
raramente ocasiona problemas a menos que la persona esté
inmunodeprimida.
La mayor parte de la población se infecta por
EBV durante la infancia y presenta pocos o ningún síntoma. Sin embargo,
cuando la infección se da en la adolescencia, el EBV causa mononucleosis infecciosa, ocasionando fatiga, fiebre, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos, agrandamiento del bazo y en algunos casos también del hígado. Estas manifestaciones pueden ocurrir en un 35% - 50% de adolescentes o adultos jóvenes y suelen resolverse en uno o dos meses.
La mononucleosis suele diagnosticarse por los signos y síntomas, por los resultados del hemograma
y por el resultado obtenido en la prueba de la mononucleosis (en la que
se determinan anticuerpos heterófilos). Un 10% - 20% de la población,
aún teniendo mononucleosis, no presenta anticuerpos heterófilos; esto es
especialmente cierto en niños.
La determinación de los anticuerpos frente a EBV permite establecer si
los síntomas son debidos a una infección aguda (actual) por el EBV.
Es importante distinguir la infección por EBV de otras enfermedades,
como puede ser el caso de las embarazadas. Esta prueba permite
distinguir entre una infección primaria por EBV, que no afecta al
desarrollo fetal, e infección por citomegalovirus (CMV), por herpes simple o toxoplasma (toxoplasmosis). Estas 3 últimas infecciones ocasionan complicaciones en el embarazo
y pueden resultar perjudiciales para el feto. También resulta
importante descartar una infección por EBV y pensar en otras posibles
causas de los síntomas, como por ejemplo un faringoamigdalitis
estreptocócica (dolor de garganta debido a la infección por el
estreptococo del grupo B), que debe tratarse con antibiótico. Pueden
existir simultáneamente ambas infecciones, por estreptococo del grupo B y
por EBV.
Existen varias pruebas que permiten detectar diferentes tipos y subclases de anticuerpos contra el EBV. Los anticuerpos son proteínas sintetizadas por el sistema inmune del organismo en respuesta al ataque de diferentes antígenos
del EBV. Durante la infección primaria por EBV, estos anticuerpos
aumentan y disminuyen a diferentes tiempos. La medida de estos
anticuerpos en sangre permite establecer un diagnóstico y proporciona al
médico información acerca del estadio de la infección, a la vez que le
permite saber si se trata de una infección activa, reciente o anterior.