Mejorar la calidad de nuestro sueño

Mejorar la calidad de nuestro sueño

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¿Podemos hacer algo para dormir mejor? ¿Hay alguna manera de no despertarnos tan agotados como si hubiésemos pasado la noche en vela?

Las consecuencias de un mal descanso nocturno

Múltiples. Algunas son evidentes: cansancio físico, sensación de falta de energía, disminución en la capacidad de afrontar nuestras tareas laborales y domésticas? Otras podemos deducirlas todos los que hemos pasado alguna época de mal descanso nocturno: estrés, ansiedad, irritabilidad, dificultad importante para concentrarnos y llevar a cabo tareas de cálculo, programación, programación? Incluso, aparición de fobias múltiples.

Si se perpetúa el estado de mal e insuficiente descanso nocturno, podemos llegar a padecer, desde cuadros de trastorno del ánimo (depresión, por ejemplo), hasta eventos cardiovasculares (infartos o ictus, sin ir más lejos).

Un consejo es ser regular

Especialmente, en relación con la hora de irnos a dormir, y también con la de levantarnos por la mañana. El cuerpo es una máquina que funciona mejor con rutinas, con ciclos regulares y estables en el tiempo. Así, evitaremos el insomnio, y el consiguiente mal descanso de madrugada, si nuestro horario es regular. Igual que sucede con el hábito deposicional, por ejemplo.

Mejor con la luz solar

La razón es sencilla: existe una hormona, denominada melatonina, que pasa por ser, seguramente, una de las más importantes en lo que respecta al ciclo sueño-vigilia. Esta hormona se secreta por el cuerpo en situaciones de poca luminosidad; y se inhibe ante la presencia de una iluminación potente (nos sirve la solar, evidentemente); aunque sea intermitente. Es por ello que nos cuesta menos levantarnos de la cama cuando ya ha salido el sol, y entran sus rayos a través de nuestra ventana.

Además, el sol actúa como antidepresivo. Bien conocidos son los estudios realizados periódicamente que relacionan tasa de suicidio de un país concreto, con las horas de luz solar que reciben sus habitantes. Y ante un buen estado de ánimo es más sencillo levantarse de la cama, ¿verdad?

El ejercicio físico también ayuda

Apenas 20-30 minutos de ejercicio físico suave son suficientes para prepararnos para el esfuerzo que comporta el día a día. Además, el ejercicio físico libera ciertas sustancias (las endorfinas), que nos hacen sentir mejor. Por lo que ya tenemos un motivo para levantarnos siempre a la misma hora, aunque nos cueste hacerlo.

Alimentación y descanso

Cenas suaves, que no nos dejen con hambre, pero que no llenen excesivamente. Esto es especialmente importante en el caso de personas que padezcan de reflujo gastroesofágico, en las que una cena copiosa, grasa, abundante, puede amargarles la noche. En estos casos, se recomienda no acostarse hasta haber pasado, al menos, un par de horas desde que cenamos.